Disponibilidad: Este tipo de calderas se pueden instalar en cualquier lugar, no dependen de empresas suministradoras que pueden o no, estar en nuestra localidad. Cada caldera de gasoil contiene un depósito de combustible con una capacidad de 1.000 litros. Combustible que se puede adquirir tanto en zonas urbanas como rurales.
Rapidez: Las calderas de gasoil son capaces de calentar el ambiente a gran velocidad.
Menos gastos en instalación y mantenimiento: Los precios de calderas de gasoil suelen ser más bajos que otro tipo de calderas. Un ejemplo: Una caldera de gasóleo de gama media baja para una vivienda unifamiliar tiene un precio de entre 1000 euros, mientras que una de biomasa de gama media-baja para una vivienda unifamiliar ronda los 4000 euros.
Menor gasto en mantenimiento: Los costes del mantenimiento de una caldera de gasoil son menores. Algunos fabricantes de calderas aseguran que las suyas funcionan de 12.000 a 30.000 horas antes de requerir un mantenimiento principal.
Eficacia: Las calderas de Gasoil funcionan perfectamente en condiciones adversas. Capaces de funcionar incluso cuando la temperatura exterior es menor a cero grados. Es por eso, que es un combustible que se suele usar en climas muy fríos.
Menor toxicidad: La quema de gasoil no genera monóxido de carbono.
Tienen una mayor duración: Según los expertos, este tipo de calderas son más duraderas ya que la quema del gasoil para la calefacción beneficia el mantenimiento de la caldera.
Mayor seguridad: Las calderas de gasoil trabajan a temperaturas bajas, lo que hace que el riesgo de explosiones disminuya.